Mostrando entradas con la etiqueta La contaminación sonora. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta La contaminación sonora. Mostrar todas las entradas

martes, 10 de octubre de 2023

La contaminación sonora


En muchos países del mundo los “paisajes sonoros” están cambiando: aparecen nuevos sonidos y se multiplican con gran rapidez, ya que usamos nuevos aparatos mecánicos y artefactos electrónicos que producen sonidos desconocidos. Sobre todo en las ciudades grandes y medianas, nuestros entornos sonoros son cada vez más ruidosos y la civilización moderna nos ensordece cada vez más con nuevos ruidos. 

www.musicayeducacion.net
Así ha surgido lo que algunos investigadores llaman contaminación sonora: un desequilibrio en un paisaje sonoro causado por sonidos intrusos o disruptivos. En consecuencia se pueden provocar daños en la audición, que empobrecen nuestra capacidad auditiva y la van reduciendo hasta llegar a su pérdida total en ciertos casos. Esto ocurre en profesiones y actividades que implican altos niveles sónicos de ruido durante largo tiempo, como con los obreros de ciertas fábricas, o con las personas que escuchan música a volúmenes excesivos en centros nocturnos, bares, etcétera.

 

Además de los daños fisiológicos de la audición, el exceso de ruido también nos puede afectar psicológicamente al causarnos nerviosismo, ansiedad y angustia. También puede provocar un estado similar al de ciertos estados narcotizados como el que producen las drogas.

Al escuchar volúmenes sonoros elevados algunas personas pueden crear una dependencia de niveles sónicos muy altos. Ciertos paisajes sonoros urbanos estimulan un mayor apetito por el ruido, como sucede en ambientes de trabajo contaminados por el sonido, con los jóvenes que les gusta ir a discotecas muy ruidosas, o bien con personas que viven en calles citadinas saturadas de sonidos excesivos de coches, autobuses y otros ruidos urbanos.

Para algunas personas el ruido se ha convertido en símbolo de modernidad, alegría y vitalidad, se oponen a su reducción y hasta lo usan como “arma sónica”. Un vecino que escucha la música que le gusta a un nivel muy alto afecta a los que vivimos cerca de él. Es común el caso de familias que organizan una fiesta y ponen la música a un volumen tan elevado que esa noche no dejan dormir a sus vecinos. Esto ocurre porque mucha gente no es consciente de que el sonido puede ser dañino para la salud, tanto física como mental y emocional. Pero así es, el sonido puede ser contaminante y convertirse en una especie de “arma” peligrosa cuando se le usa (consciente o inconscientemente)
sin la responsabilidad debida.

La contaminación sonora puede ser negativa y peligrosa para las personas y la comunidad en que vivimos, pero siempre es posible hacer algo para remediar este problema. Podemos volver el sonido en algo positivo para nuestras vidas si aprendemos a escuchar los sonidos que nos rodean con mayor atención crítica, y mediante el diseño y la planeación de los paisajes sonoros que nos rodean. Para empezar podemos plantearnos dos preguntas: ¿Cómo podemos mejorar y embellecer nuestros paisajes sonoros? ¿Cuáles son los sonidos que queremos conservar en nuestro entorno y cuáles modificar? Éstas son el tipo de preguntas que se hacen los que practican la disciplina llamada Ecología acústica.

Si los sonidos contaminan, ¿qué podemos hacer? Frente al problema ecológico y social de la contaminación sonora, Murray Schafer opina que es necesario aprender a escuchar, cambiar nuestros hábitos de escucha y sensibilizar el oído hacia mundos sonoros maravillosos que nos rodean y hemos ignorado.

 

Vocalización: Ejercicios y aspectos técnicos para el canto

   Los siguientes ejercicios los pueden empezar hacer con las vocales a, e, i, o u. EJERCICIO 1 CLICK PARA REPRODUCIR     EJERCICIO 2 CLICK ...