LAS IMPLICACIONES DE LA SINGULARIDAD TECNOLÓGICA EN LA EDUCACIÓN

 Los avances tecnológicos presentan una gran ventaja para el desarrollo de diversas tareas y actividades en nuestra vida cotidiana, tanto en casa como en el trabajo o en cualquier otro lugar.  Cuando lo empleamos en la docencia puede llegar a ser de gran ayuda, ya que podremos tener clases mucho más atractivas para los alumnos, claro, siempre y cuando se tengan las condiciones y conocimientos adecuados para llevarlo a cabo. Hoy en día La tecnología está transformando nuestra sociedad, y por ende la enseñanza en las escuelas. En mi caso que soy docente de artes (música) en educación secundaria, tengo que estar familiarizado con los avances tecnológicos porque en muchas ocasiones tengo que hacer uso de ellos. Es muy práctico trabajar con dispositivos que me permiten reproducir música, proyectar alguna presentación en Power Point, diseñar y crear material didáctico, conectar equipo de sonido, utilizar instrumentos musicales electrónicos, amplificar o editar señales de audio, entre otros.  

Como docentes debemos de ser los primeros en dar los pasos en estos avances, ya que de ese modo podremos cambiar paradigmas en la educación, y en mi caso específico, en la enseñanza de la música en la educación básica. Si en nuestra actividad docente diseñamos clases  o actividades  que incluyan el uso correcto y elocuente de los recursos tecnológicos, podremos motivar e instruir a los alumnos con nuestra práctica, fomentando así el crecimiento de sus habilidades con un sistema de enseñanza renovado y encaminado hacia un futuro tecnológico.   

Sin embargo, debemos de ser cuidadoso, ya que a veces todas esas ventajas y facilidades se nos pueden venir en contra cuando  nuestros educandos trabajan con la tecnología de manera incorrecta. Si no se utiliza adecuadamente puede llegar a causar un efecto totalmente contrario, y en lugar de verse como una herramienta potenciadora del conocimiento va a percibirse como un simple distractor, que hace al ser humano un individuo mentalmente limitado e incapaz de dar solución a problemas básicos de la vida cotidiana. Nuestros educandos en ocasiones ya no quieren leer, pensar, memorizar o realizar cuentas sencillas de suma o restas de pocas cifras, quieren que la tecnología les resuelva o haga sus tareas, cuando investigan en internet ya no quieren leer, solo copian-pegan y listo; no analizan la información, lo cual los lleva a no saber cómo comunicarla. Muchas veces toda esta tecnología la ocupan para distraerse y divertirse en lugar de utilizarla para aprender o crecer en su desarrollo integral y/o académico. Por ello, es importante que como docentes asumamos el deber y la responsabilidad de seguirnos actualizando, y aprender sobre los avances tecnológicos para que podamos  mediar el uso adecuado de la tecnología en el proceso de enseñanza-aprendizaje de nuestros alumnos.